Por qué construimos Lume

Si estás leyendo esto a las 3 de la madrugada, la pantalla aún encendida, otro día perdido, te entendemos. Si acabas de mentir sobre dónde has estado, si estás exhausto de luchar contra ti mismo cada día, si la vida se te escapa pero no puedes parar: hemos estado exactamente donde estás tú.

League. MMOs. Los juegos cambiaban, pero el patrón no. Faltábamos a clase, evitábamos a los amigos, perfeccionamos el arte de mentir sobre nuestro tiempo de pantalla. Perseguíamos rangos, perseguíamos el sueño de volvernos profesionales, perseguíamos cualquier cosa que nos permitiera evitar la vida real. ¿La escuela? Abandonamos. ¿Las relaciones? Evitadas y perdidas. ¿La salud? Destruida por bebidas energéticas y noches sin dormir. Los años desaparecieron en una pantalla mientras todos los demás avanzaban.

No fue dramático. Fue silencioso y aterrador: darnos cuenta de que nadie vendría a salvarnos. Estábamos al principio de los 20, solos, viendo nuestras vidas estancarse mientras nuestros amigos construían carreras y relaciones. Ese miedo de despertar a los 30 en el mismo lugar se volvió más fuerte que la atracción de una partida más.

Así que lo dejamos. De golpe. Desinstalamos todo. Cortamos con los amigos gamers. Construimos una rutina rígida: ejercicio, lectura, aprender nuevas habilidades, cualquier cosa para llenar el vacío dejado por los videojuegos. Las primeras semanas fueron brutales. Nuestros cerebros gritaban por dopamina. Pero mantuvimos la línea porque teníamos que hacerlo.

Tres años después, todavía luchamos a veces con la concentración y el sueño. La recuperación es lenta. Pero ahora estamos construyendo empresas, haciendo ejercicio constantemente, cocinando comida real, manteniendo relaciones que realmente importan. Las recompensas llegan más lento que los logros en el juego, pero son reales y duran. Solo tienes que reentrenar tu cerebro para valorarlas.

Por eso existe Lume. Cuando necesitábamos ayuda, encontramos consejos genéricos y juicio, pero nada construido para gente como nosotros que necesitaba dejar completamente y reconstruir desde cero. Sin programa estructurado. Sin comunidad real. Así que construimos lo que desesperadamente necesitábamos: una herramienta de recuperación diseñada por personas que han vivido esto, para personas que aún lo están viviendo.

No estás roto. No eres débil. Hemos estado en esa silla a las 3 de la madrugada. Hemos dicho esas mentiras. Hemos sentido esa ansiedad. Salimos de esto, y tú también puedes. Estamos aquí.